En la segunda parte del experimento, a los participantes se les colocaron bajo la nariz tubos que contenían las feromonas Androstadienona y Estratetraenol. Resultó que esta vez se estimuló una parte del llamado hipotálamo, que desempeña un papel muy importante en el comportamiento sexual.

En el caso de las mujeres y los hombres heterosexuales, la reacción era la esperada. El hipotálamo de las mujeres reaccionó a la Androstadienona y el de los hombres al Estratetraenol. Sin embargo, fue diferente en el caso de los hombres homosexuales.

Resultó que sus cerebros no fueron estimulados por las hormonas femeninas, sino que, como en las mujeres, reaccionaron a un derivado de la testosterona.

¿La orientación sexual es un rasgo biológico?

Así pues, basándose en su investigación, los suecos confirmaron que, en primer lugar, nuestro cerebro reacciona de forma diferente a las feromonas que a los aromas conocidos y, en segundo lugar, apuntaron a un vínculo entre la orientación sexual y el cerebro.

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Por lo tanto, la reacción o no reacción a compuestos químicos específicos no está determinada por el sexo biológico, sino por la preferencia sexual. Se trata de un descubrimiento extremadamente importante, ya que confirma la tesis de las diferencias en la estructura y el funcionamiento de los cerebros de las personas heterosexuales y homosexuales, e indirectamente prueba que la orientación sexual es un rasgo biológico y no adquirido.

Las feromonas como estimuladoras de la comunicación sexual

Los experimentos suecos fueron repetidos con el mismo resultado por el equipo del neurofisiólogo Charles Wysocki en Filadelfia. En éste se estudió a 82 personas (hombres y mujeres homosexuales y heterosexuales) a las que se les administró uno de dos aromas, extraídos del cuerpo de otros hombres y mujeres heterosexuales y homosexuales.

Se trataba de un estudio que tenía en cuenta más factores y, al igual que los investigadores suecos, descubrió que los hombres homosexuales preferían los olores de hombres homosexuales y reaccionaban ligeramente menos a los de donantes heterosexuales. Sus olores corporales, en cambio, resultaban menos atractivos para los hombres heterosexuales y las mujeres homosexuales.

Losresultados de los experimentos demuestran que los hombres y las mujeres homosexuales eligen olores diferentes a los de los hombres y las mujeres heterosexuales, y que las feromonas estimulan la comunicación en personas con las mismas preferencias sexuales.

Así pues, los estudios publicados, no sólo de Suecia, demuestran que nuestra mente reconoce subconscientemente el olor de la "atracción sexual", y el olor nos dirá si preferimos a las mujeres o a los hombres.