La urticaria, que se manifiesta por enrojecimiento de la piel, picor y formación de ampollas, suele ser el resultado de una reacción alérgica a los alimentos. El tratamiento de un paciente con urticaria alimentaria requiere un enfoque integrado, que incluya una consulta médica y dietética. El médico, tras elaborar un historial, puede prescribir medicación para aliviar los síntomas y remitir al paciente a pruebas de alergia y análisis de sangre. Basándose en los resultados, el dietista establece una dieta de eliminación para calmar la alergia. Al cabo de unos días aproximadamente, puede realizarse una provocación para comprobar si la alergia ha remitido. La colaboración entre los médicos y el dietista es crucial para el éxito del tratamiento y la recuperación del paciente.
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