Los estudios científicos han demostrado que los niños obesos en edad preescolar corren un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares, pero también diabetes de tipo II, hipertensión y varices en las extremidades inferiores. La duración de la obesidad, la predisposición genética y el estilo de vida (alimentos consumidos) desempeñan un papel particular en el desarrollo de estas enfermedades.