Estudios científicos recientes demuestran que los pacientes con cáncer de páncreas (la forma más común, la llamada exocrina) tienen niveles más bajos de níquel y selenio que las personas sanas. En los pacientes se encontraron niveles elevados de cadmio, arsénico y plomo. Cuanto más altos son los niveles de níquel y selenio, menor es el riesgo de cáncer de páncreas. Se sigue investigando para averiguar la causa directa que conduce al desarrollo del cáncer de páncreas, incluido el papel de diversos elementos en nuestro organismo.