La situación actual relacionada con la pandemia de COVID-19 representa una condición psicológica nueva y, para muchos, incomprensible. El encierro, el aislamiento y la inseguridad hacen que surjan problemas de salud mental relacionados con la ansiedad, los sentimientos de desesperanza o la inseguridad. El resultado es un deterioro del estado mental, especialmente en personas que previamente han recibido apoyo psicológico o ayuda de un psiquiatra.