Durante el periodo invierno-primavera, el tema de la contaminación atmosférica, o smog, es ampliamente debatido en los medios de comunicación. Muchos de nosotros nos quejamos de problemas respiratorios o ataques de tos cuando estamos al aire libre en días en los que la cantidad de partículas supera los estándares aceptables. Sin embargo, resulta que - aparte del impacto obvio en el sistema respiratorio - el smog también afecta a nuestro sistema endocrino.
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