Las hemorragias nasales son una dolencia bastante común, pero cuando se producen en un niño, suelen causar mucha ansiedad en sus padres. La mayoría de ellas, sin embargo, pueden detenerse con bastante facilidad, pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo hacerlo? Es más fácil de lo que se imagina, pero es esencial mantener la calma: un adulto perturbado definitivamente no podrá ayudar a un niño.
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