Con COVID-19, la mayoría de los servicios se han trasladado a Internet, pero no cualquier servicio. Los encierros recurrentes , los aislamientos, las cuarentenas o el miedo a enfermar nos han llevado a socializar cada vez más en línea. Los medios sociales se han convertido en el centro de nuestras vidas. ¿Cómo afecta esto a nuestra vida mental y física?
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