Cuando vemos babear a un bebé, solemos percibirlo como un fenómeno completamente natural. Sin embargo, cuando un niño mayor o un adulto experimenta un flujo incontrolable de saliva, la persona que padece este problema puede sentirse muy avergonzada por su estado. Existen varias causas posibles del babeo, principalmente, aunque no exclusivamente, enfermedades neurológicas.
Publicidad: