El botox es conocido principalmente por su uso para corregir las arrugas. Sin embargo, la toxina botulínica tiene muchas más aplicaciones: se utiliza para tratar la hiperhidrosis, entre otras cosas. Antes de cualquier tratamiento de este tipo, se evalúa en primer lugar si será seguro para la paciente - ¿cuál es la situación de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia? ¿Pueden estas pacientes beneficiarse de los preparados de toxina botulínica?
Publicidad: