El uso de mascarillas en espacios públicos se ha convertido en algo cotidiano desde 2020, pero aún no existe una solución definitiva a ciertos problemas asociados a su uso. Algunas personas se quejan de dificultades respiratorias, mientras que otras afirman que llevar mascarillas es perjudicial para el estado de su piel. Entre el uso de mascarillas y el acné, desgraciadamente, existe cierta correlación - afortunadamente, hay algunas formas de anular los efectos de las mascarillas sobre el estado de la piel.
Quienes se oponen al uso de mascarillas esgrimen diversos argumentos, y así como algunos de ellos tienen poco que ver con la verdad, otros se ajustan -al menos en parte- a la realidad. Entre los argumentos en contra de cubrirse la cara y la nariz, por ejemplo, están los que afirman que esto afectaría negativamente al estado de la piel; desgraciadamente, puede que así sea.
Bajo una mascarilla protectora, la piel no tiene un intercambio natural de gases, además de que la mitad de la cara está expuesta a una mayor humedad y temperatura. En última instancia, es posible que aumente la proliferación bacteriana, además de obstruirse los poros de la piel. El resultado final puede ser la aparición de afecciones cutáneas como la dermatitis seborreica o el acné.
Encubrir elacné no es infrecuente, y el término mascarilla se ha acuñado a partir de las palabras "mascarilla" y "acné". Por otro lado, los beneficios de taparse la nariz y la boca en los espacios públicos son indiscutibles, así que ¿qué se puede hacer para mejorar el estado de la piel? En primer lugar, es esencial cambiar las mascarillas con frecuencia para lograr este objetivo - deben cambiarse antes de que la mascarilla se ponga empapada. Además, es una buena idea limitar o prescindir del maquillaje, así como enjuagarse la cara con agua fría cada vez que vuelva a casa y aplicarse después crema hidratante.