La presentación típica del bruxismo es la aparición de un apretamiento y rechinamiento involuntario de los dientes, que se produce principalmente por la noche, aunque también puede ocurrir durante el día. Es ligeramente más frecuente en las mujeres. Estos síntomas están muy asociados a la hipersensibilidad emocional o a un estrés crónico excesivo. El rechinar de dientes es más frecuente en personas infectadas por parásitos gastrointestinales (oxiuros, lamblia). La maloclusión también es un factor predisponente. La consecuencia de rechinar los dientes durante mucho tiempo puede ser un daño grave del esmalte y las coronas de los dientes e incluso daños en las articulaciones temporomandibulares. El daño está causado por las fuerzas que actúan sobre las superficies dentales, que son hasta 10 veces mayores con el rechinamiento involuntario de los dientes que con la mordida o masticación normal.

Todos los casos de rechinamiento crónico de dientes requieren una atención médica exhaustiva. Además de la exclusión "rutinaria" de enfermedades parasitarias del tracto digestivo, suele ser necesario el asesoramiento de un psicólogo o psiquiatra para ayudar a eliminar la causa más importante del bruxismo, es decir, un trastorno emocional crónico. También está indicado un seguimiento odontológico. Existen opciones de ortodoncia en forma de colocación de las llamadas férulas de relajación, unas bandejas transparentes sobre los dientes que impiden apretarlos. De este modo se evita la acumulación de daños en los dientes.

En la gestión doméstica, deben analizarse todos los factores que contribuyen a los trastornos emocionales e intentar eliminarlos en colaboración con un psicólogo. Cuando se detectan parásitos gastrointestinales, debe examinarse a toda la familia y tratar a todos los infectados al mismo tiempo.