La tromboflebitis superficial puede desarrollarse, entre otras cosas, por la presencia de un catéter en una vena, pero también porque el paciente tenga varices en las extremidades inferiores. En la mayoría de los casos, el problema desaparece por sí solo al cabo de unos días o semanas, pero no debe subestimarse: aumenta el riesgo de tromboembolismo venoso (como la trombosis venosa profunda).
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