Cualquiera que haya estado alguna vez en el hospital sabe lo ansiado que es volver a casa. Sin embargo, para los pacientes que abandonan las paredes del hospital después de la quimioterapia, es esencial tomar medidas de seguridad especiales para garantizar que el acogedor entorno del hogar también sea seguro para ellos en primer lugar.
Publicidad:
Los citostáticos combaten el cáncer y salvan vidas. Sin embargo, es importante recordar que también hay una serie de efectos secundarios asociados a la quimioterapia. Uno de los más comunes es una reducción significativa del sistema inmunológico del organismo. Por lo tanto, al preparar el hogar para el regreso de una persona enferma, se debe tener especial cuidado en mantener limpio el entorno con el fin de proteger lo mejor posible el organismo debilitado de un ser querido de posibles infecciones. Recordemos que mantener a la persona enferma en buen estado físico
con cáncer es importante en sí mismo, pero también para que el siguiente ciclo de quimioterapia pueda llevarse a cabo según lo previsto.
Entonces, ¿a qué debemos prestar especial atención?
- El polvo y la suciedad en general son un enemigo que debe combatirse sistemáticamente. Suelos
de toda la casa, las estanterías y los armarios deben aspirarse con regularidad (es bueno que la aspiradora tenga un filtro HEPA), lavarse y desinfectarse. Las ventanas (al menos las interiores) también deben tenerse en cuenta, así como las puertas y las paredes si están cubiertas con pintura lavable o papel pintado. Las alfombras, que albergan muchos gérmenes, deben lavarse. Si la alfombra es peluda (tipo shaggy) es mejor deshacerse de ella por completo. La cama y los sofás, lugares donde el paciente pasará mucho tiempo, merecen una atención especial. Deben aspirarse y limpiarse a fondo para que no entre suciedad en los recovecos. Tampoco hay que olvidar las almohadas, las colchas y, por supuesto, la ropa de cama, que deberá cambiarse y lavarse con frecuencia. Los adornos, lámparas y apliques, que rápidamente se cubren de polvo, deben aspirarse con frecuencia o retirarse por completo. Las cortinas y visillos también deben renovarse.
También debe prestarse especial atención a los radiadores, que, con sus numerosos recovecos, a veces acumulan suciedad y polvo durante largos periodos de tiempo. Esto es especialmente importante durante el periodo de calefacción.
- El moho puede ser muy peligroso para el paciente después de un ciclo de quimioterapia. Todas las zonas ocupadas por hongos deben limpiarse a fondo o eliminarse. Del mismo modo, las plantas y flores de la casa, que pueden ser una fuente de entrada de moho en el aire, no son una buena idea y deben retirarse de la vivienda. También debe recordar mantener limpios todos los recipientes
con agua estancada.
- La cocina, en particular, debe mantenerse bajo especial supervisión. Aunque toda la cocina debe mantenerse impecablemente limpia, debe prestarse especial atención a las zonas donde se preparan las comidas para el paciente y al frigorífico. Además, no deben dejarse platos en el fregadero.
