Los probióticos naturales presentes en la dieta pueden contribuir eficazmente a la salud íntima de la mujer ayudando a prevenir las infecciones vaginales recurrentes. El consumo regular de encurtidos, productos lácteos fermentados o pan de masa madre favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas del género Lactobacillus, entre otras, que colonizan los intestinos y pueden migrar a la vagina, ayudando a protegerla de forma natural. Esta acción es especialmente importante durante la menopausia, cuando un descenso de los estrógenos afecta a la composición de la microbiota vaginal, y para las mujeres que sufren infecciones recurrentes. También merece la pena incluir prebióticos en la dieta -por ejemplo, ajo, cebollas o productos integrales- que nutren a las bacterias beneficiosas y potencian su acción.
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