Solemos considerar el miedo como una emoción negativa; de hecho, no es del todo así. Si tenemos miedo de un animal salvaje, evitamos el contacto con él, previniendo así las consecuencias de dicho contacto, lo que en cierto modo nos protege. Algunas personas odian el miedo, mientras que a otras les encanta tenerlo - ¿a qué se debe esto?
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