En el contexto de la actual situación epidemiológica mundial, muchas personas luchan por una prevención eficaz. Los pacientes que reciben tratamiento para la esclerodermia tienen una carga adicional debido a los frecuentes casos de inmunosupresión como consecuencia de la medicación que toman. Por lo tanto, corren un mayor riesgo tanto de infección por coronavirus como de un curso más grave de la enfermedad. No es necesario interrumpir la mayoría de las terapias, pero la profilaxis y la prevención deben cumplirse estrictamente.