El diagnóstico de la hipertensión es una de las tareas más importantes de la medicina moderna. Debido a sus complicaciones extremadamente peligrosas, hoy en día se recomienda medir la tensión arterial con regularidad incluso en los niños más pequeños. Esto se debe a que la detección precoz de la enfermedad permite aplicar las medidas terapéuticas adecuadas. Al principio, puede bastar con un cambio de hábitos poco saludables, pero cuando las alteraciones vasculares están muy avanzadas, es necesaria una farmacoterapia multimedicamentosa.