Para la mayoría de los niños y adolescentes, la modificación del estilo de vida en términos de cambios en la dieta y aumento de la actividad física se utiliza para tratar la hipertensión. Sin embargo, esto no se aplica a los pacientes con hipertensión de segundo grado establecida y a aquellos con hipertensión de primer grado establecida y daño orgánico. En ambos grupos debe incluirse el tratamiento farmacológico.
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