La fibrilación auricular es una afección extremadamente prevalente en poblaciones de todo el mundo. Cada año se registran aproximadamente 130.000 nuevos casos, de los que hasta un 3% se dan en personas menores de 20 años. El diagnóstico de la fibrilación auricular se basa en el registro del ECG, pero a veces los síntomas pueden ser clínicamente silenciosos y no visibles en los resultados de la prueba, lo que supone una amenaza especial para la salud humana o incluso para la vida. Por lo tanto, la detección y la terapia tempranas, basadas en un enfoque holístico del paciente, son muy importantes.
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