Todo empieza de forma bastante inocente. Para empezar, el sueño de perder unos kilos de más, perder unos centímetros en la cintura o los muslos. Porciones de comida algo más pequeñas, no cenar, contar calorías. Así es como suele empezar a manifestarse la anorexia o la bulimia. Resulta que estas dos enfermedades insidiosas y debilitantes tienen competencia en forma de OES: masticar y escupir la comida.
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