Históricamente, se suponía que la psicoterapia humanista era una propuesta completamente nueva, que se creaba en oposición a las corrientes utilizadas anteriormente. Se llegó a hablar de ella como la "tercera fuerza en psicoterapia". Hacía hincapié en la subjetividad del cliente y en la valoración de sus recursos. Actualmente, esta corriente no es muy popular en Polonia y algunos de sus supuestos no han resistido la prueba del tiempo. Sin embargo, la idea misma de valorar los recursos de la persona que se acerca al terapeuta parece interesante, y el respeto por el paciente se reconoce como un valor universal en cualquier corriente terapéutica.
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