Contrariamente a lo que pueda pensar, el cerumen desempeña un papel extremadamente importante en el buen funcionamiento del conducto auditivo externo. Su función principal es proteger el conducto auditivo de hongos, bacterias y polen. El cerumen es una mezcla de las secreciones de las glándulas sebáceas y de las glándulas sudoríparas. Químicamente, sus principales componentes son el escualeno, el lanosterol y el colesterol.
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