Cuando aparecen los tan esperados dientes permanentes y sin embargo la sonrisa del niño aún no puede llamarse "de Hollywood", muchos padres entran en pánico. Los nuevos están torcidos y parece que falta espacio en el maxilar inferior. Sin embargo, esto no indica necesariamente una maloclusión en desarrollo. Una visita a la consulta del ortodoncista le ayudará a disipar cualquier duda.
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