La violación deja una marca permanente en la psique de la víctima, a veces durante muchos años, desintegra el "yo" y conduce al aislamiento del entorno. También puede causar una serie de trastornos psiquiátricos como depresión recurrente, pensamientos suicidas, neurosis obsesiva e inducir dolor psicosomático. No existe una receta única para una cura completa, pero muchas personas han logrado recuperar su equilibrio mental gracias a la terapia y al apoyo de quienes les rodean.