La coexistencia de trastornos psiquiátricos con enfermedades neurológicas no es infrecuente. En el caso de algunas de las entidades de las que suelen ocuparse los neurólogos, los problemas psiquiátricos están incluso presentes en la gran mayoría de los pacientes que las padecen. Es extremadamente importante ser consciente de esta posibilidad, ya que la presencia de trastornos mentales en los pacientes puede conducir a diagnósticos incorrectos, pero también a un empeoramiento de los resultados del tratamiento de su enfermedad neurológica primaria.