Entre los defectos congénitos más frecuentes en recién nacidos y niños se encuentran los defectos del corazón y del sistema circulatorio. Un defecto cardíaco congénito es aquel que se desarrolla durante la vida fetal. Si un defecto cardíaco no se diagnostica con la suficiente rapidez y no se administra el tratamiento adecuado, pueden producirse complicaciones y la muerte.