En los últimos años, se ha producido una notable transformación en nuestra forma de ver la muerte. Cada vez más personas se dan cuenta de que en los últimos momentos de la vida es importante atender necesidades como la cercanía, la comprensión y los momentos de alegría. Esta nueva percepción del papel de los hospicios y los cuidados paliativos se percibe como una expresión de atención y un enfoque en factores que son importantes para los pacientes, como la comodidad, la dignidad y la presencia en los momentos más difíciles de la vida.
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